viernes, 2 de octubre de 2009

Entregas
Durante nuestro período independiente, Chile ha seguido una denigrante política de límites con Argentina, que ha desembocado en la entrega gratuita de un millón 264 mil kilómetros cuadrados a nuestros vecinos del este, en seis entregas, cuyos conflictos han sido siempre originados en Argentina. Política entreguista de límites por desidia y desconocimiento que, desgraciadamente, se ha mantenido hasta hoy. El primer gran enemigo de ese tratado fue un chileno, don José Victorino Lastarria, quien al dirigirse e 1865 a Buenos Aires como Ministro Plenipotenciario a cargo de obtener la adhesión de Argentina a Chile para combatir la ocupación de parte de España de las Islas Chinchas en el Perú, llevó además la misión de negociar los límites con Argentina, ya que esta nación desconocía los derechos de Chile en la Patagonia, consagrados en el tratado de 1856.


Lastarria, que debía defender nuestros derechos, declaró en Buenos Aires que a Chile no le correspondía pretender soberanía en dicha región y negó enfáticamente la legitimidad de nuestros títulos de dominio sobre la Patagonia, sosteniendo además que la posesión de ese territorio era inútil.

Con la intervención de Lastarria comenzó la cadena de errores, omisiones, indolencia y actitudes entreguistas de Chile en sus relaciones con la República Argentina; y hasta el día de hoy, el país vecino ha encontrado buenos defensores de sus intereses entre nuestros compatriotas.


1.- Primera entrega: tratado de límites de 1881, mediante el cual Chile entregó la Patagonia y parte de Tierra del Fuego, vulnerando así lo consagrado por el tratado de 1856 (límites existentes en 1810), dejando cortada la vía terrestre chilena entre Puerto Montt y Punta Arenas y perdiendo Chile su litoral atlántico.


2.- Segunda entrega: 1892; se desplaza hacia el oeste y sin justificación el meridiano establecido por el tratado de 1881 en el cabo Espíritu Santo de Tierra del Fuego, por intervención personal de don Diego Barros Arana. Este desplazamiento de 2' 38,5'' hacia el oeste del meridiano significó para Chile una pérdida de aproximadamente 620 kilómetros cuadrados.


3.- Tercera entrega: 1899, Puna de Atacama. Por fallo de mediadores, Chile perdió arbitrariamente la mayor parte de la Puna de Atacama que le pertenecía.


4.- Cuarta entrega: Laudo Arbitral de 1902. Chile pierde ricos valles cordilleranos que le pertenecían en conformidad al tratado de 1881, ubicados al poniente de la línea divisoria de aguas. En este caso, se perdió aproximadamente 40.000 km2 de territorio; y esta decisión fue tomada por S. M. Eduardo VII de Inglaterra, teniendo en consideración que Argentina había instalado en esos valles tres asentamientos de colonos (hechos consumados).


5.- Quinta entrega: Laudo Arbitral de 1966. Este laudo vulnera a su vez lo estipulado en el tratado de 1881 y adolece de los mismos vicios del tratado de 1902, al conceder a Argentina los ricos valles comprendidos entre los ríos Encuentro y Engaño, ubicados en Alto Palena.


6.- Sexta entrega. Tratado de Paz y Amistad de 1885. Chile pierde un extenso territorio marítimo ubicado al este de los Archipiélagos de las Islas Wollaston y Hermite y al sur y S.E. del Cabo de Hornos. Entrega además soberanía en los canales fueguinos occidentales, que son aguas interiores, al tener que aceptar la navegación de buques de guerra argentinos, con la salvedad de que esto debe ejecutarse con prácticos chilenos. En esa oportunidad, Chile entregó además la proyección hacia el Atlántico que le correspondía en la boca oriental del Estrecho de Magallanes. Argentina impuso en esa mediación un nuevo principio inexistente hasta entonces en los tratados conocidos: el "principio bioceánico", que ya había sido rechazado en los alegatos del Laudo Arbitral del Canal Beagle. En vista del desconocimiento, indolencia y falta de decisión de los involucrados para defender nuestro territorio, Chile, por primera vez, debe aplazar la decisión para hacer respetar los Tratados, Actas, Protocolos y Laudos, definitivamente consagrados, hasta que dejen actuar a Chilenos patriotas, capaces, conocedores y decididos.




El argumento de estos historiadores argentinos sobre la limitación del territorio nacional, descrito en las primeras constituciones de Chile independiente, fue completamente desvirtuado en el siglo pasado por nuestros historiadores Diego Barros Arana y Adolfo Ibáñez, ya que la Constitución es una ley interna del país y los territorios no se pierden por leyes locales. Argentina pedía la misma línea pegada al Pacífico que presentó en 1991, de manera que ahora presenta como territorio "en litigio" lo que ganó en 1902, o sea, la frontera actual más su antigua aspiración.



CAMPOS DE HIELO SUR Ambos gobiernos han efectuado un trazado que es negativo para los intereses de Chile. En primer lugar, se ha establecido un límite norte que penetra profundamente hacia el oeste a partir del monte Fitz Roy, quedando su vértice a 35 kms. de este hito. Sin duda que este trazado constituye para los árbitros una invitación para conceder a Argentina los territorios que actualmente ocupan fuerzas de Gendarmería en Laguna del Desierto, debido a la proyección que tiene hacia dicha zona este trazado fronterizo. El trazado de la línea fronteriza pasa a menos de 7 kilómetros del seno Andrew, perteneciente al fiordo Asia; y en la parte sur de los Campos de Hielo pasa a menos de 4 kilómetros del fiordo El Calvo, lo que dejará a nuestro país cortado en dos y a Argentina en la ribera del Pacífico, pues los hielos continentales van disminuyendo con el transcurso del tiempo. Cabe señalar además, que el cerro Torres del Paine está situado al oriente del fiordo El Calvo, con lo que eventualmente correría peligro nuestra soberanía en dicho lugar.

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